Mi primer invierno con calor

Siempre dije que el invierno no era para mi, porque no me gusta la humedad, ni el morir de frío, no me gusta abrigarme porque no me gusta mostrarme débil.

Siempre amé el calor, el verano, el saber que estoy para mi. Fueron muchos inviernos que no disfruté pues tenía frío y solo quería calor, quién diría que este sería el primer invierno con calor.

El primero que a pesar de la humedad horrible de la ciudad que me vio nacer ahora tenía cierta calidez.

Ese invierno con calor ya no está, vuelvo a empezar en un otoño que me da cierto calor porque de alguna forma estás, porque de alguna forma te siento, te haces sentir y me haces sentir que el calor puede estar lejos pero también está aquí.

Se viene un gran invierno, uno de verdad, uno que me ilusiona e invita a abrigarme, a usar colores vivos, donde la lluvia es fuerte, donde el cielo se ilumina para avisarme que debo usar paraguas si quiero hacer durar mi peinado.

Donde sé que quisiera estar contigo, de la mano; dándome calor, dándome ese invierno que hoy por hoy me hace feliz.