Año Nuevo en Noruega

La primera vez que viajé por Año Nuevo fuera del país fue a Río y lo disfruté al máximo pues soy amante del sol y el verano es mi estación favorita, así que, que mejor lugar que ese para recibir el 2016. Pero ¿saben qué? Entendí que uno no puede decir que de esta agua no beberé jamás porque la vida vendrá a decirte ¿Ah sí? Y terminarás recibiendo un nuevo año en un lugar nórdico, al norte de Europa, súper mega abrigada pero tan o hasta más feliz que la vez que lo recibí con calor.

Como les conté me encontraba en el sur de Noruega y después de Navidad con mi amiga Nelly fuimos a conocer Stavanger que era lo que teníamos más cerca y solo el centro me encantó, donde hay una laguna llena de cisnes y además hay una Iglesia donde muchos turistas van en verano a casarse, hay tiendas alrededor, casas de madera antiguas y nuevas, cada vez amaba más Stavanger.

Stavanger

Inclusive fuimos a conocer “Las tres espadas” o “Sverd i Fjell” que significaba “Espadas en la montaña” que estaban en el fiordo Hafrsfjord, a las afueras de esa ciudad, (me sentí cerca al Rey Arturo y/o a los vikingos), pues cuenta la historia que esas espadas representan la victoria del Rey Harald Fairhair quien reunió toda Noruega bajo su corona. Vi la playa y siendo invierno hubo un rico sol que nos alegró la tarde.

En Stavanger también escuché y vi mucho sobre los famosos trolls y los vikingos, tanto que ahora quiero ver la famosa serie, el puerto me encantó, habían muchos bares también pero uno llamó mi atención por la iluminación navideña que tenía, sí o sí ibas a entrar al menos por una cerveza así esté haciendo frío pues te dan mantas y todo lo necesario para entrar en calor.

Luego de pasar varios días en Stavanger y de hasta haber ido al cine, porque sí fui al cine en Noruega y pude ver “Bohemian Rhapsody”, la película de Queen que increíblemente seguía en cartelera, así que fuimos y la vimos en inglés pero con subtítulos en noruego, entendí menos mal y salí cantando y motivadaza a mil.

Bergen

Luego de ello, decidimos viajar a Bergen (una ciudad hermosa a 5 horas en bus de Stavanger) la cual me permitió viajar por primera vez en ferry y donde supe que nunca debes viajar sin calentador debajo del pantalón por más que este sea para frío extremo. No amigos, calentador mi pastor, sino sufrirás de hipotermia y más si no estás acostumbrado a ese tipo de frío.

Bueno, si Stavanger me había gustado, Bergen me terminó de enamorar, el puerto, las casitas que estaban en el puerto, de noche aún más hermosas, las montañas, la arquitectura, la iluminación me dejó otra vez ¡Impactada siñorsh!

Sin embargo; no podíamos irnos de Bergen sin ir a su mirador y ganarnos con toda la vista de la ciudad, la cual nos habían dicho que no podíamos dejar de ver, así que tomamos el teleférico y fuimos a lo más alto, si en invierno se veía así ¿Se imaginan en verano? Amé y lo peor era que cada que cada lugar que íbamos conociendo me gustaba más y más.

Como solo habíamos ido día y medio, teníamos que aprovechar al máximo, esa noche fuimos a una disco de la ciudad a bailar y tomarnos unos tragos. Si bien se fue llenando poco a poco, lo que me llamó la atención fue que la gente iba a la pista a bailar, en grupo, de a dos o completamente solos, la verdad los que bailaban solos se notaba que eran los que más se divertían, nadie te miraba con cara juzgadora por los pasos que hacías, ni por la ropa que usabas.

Obviamente las turistas estaban con ropa de fiesta y eso me pareció genial, tanto que me animé a bailar sola en la pista una de Michael Jackson y el famoso Taki Taki, RUMBAAAAÁ! Sí, en Noruega son fans del reggaetón, en sí escuchan de todo pero lo latino tiene mucho pero mucho jale allá.

Tocaba regresar al día siguiente para empezar con los preparativos de Año Nuevo pero antes del 31 fuimos un domingo a Sirdal, también al sur de Noruega, donde por primera vez tuve mi encuentro con la nieve y hasta esquié, con caídas y todo obviamente, pero eso merece otro post (Aquí puedes leer: Mi primera vez en la nieve).

Llegó el 31 y debo confesar que yo tengo una cábala que incluye un champagne (para esto olvidé comprarlo en España donde obviamente era más barato, así que tuve que comprar el más caro de mi vida en Noruega), esta cábala la realizo hace 5 años y consiste en abrir la botella a las 12 en punto para que salga toda la espuma junto con la buena vibra.

¿Cómo funciona esta cábala?

Debes echarte un poco encima mientras te mentalizas y pides tus deseos para este nuevo año, luego me tomo un buen sorbo y si puedo tiro un poco hacia los demás para compartir la buena vibra y buenos deseos ya que la vida es un boomerang.

Eso sí, primero pregunto si les puedo echar, pero como esta vez recibí el Año Nuevo en el puerto de Stavanger, eché un poquito a mi alrededor tratando de que no le caiga a nadie pero igual mi vibra fue compartida y me acerqué a abrazar a mi amiga Nelly y desearle todo lo mejor, al igual que yo miles de personas que estábamos ahí gritamos, nos emocionamos y más (en inglés, español y noruego claro).

Lo que más me gustó fue que el descuento fue en inglés, así que pude unirme al … THREE, TWO, ONE ¡HAPPY NEW YEAR! y desde los barcos salieron gran cantidad de fuegos artificiales que iluminaron todo el lugar, el cual estaba lleno de parejas, grupo de amigos, niños, familias y más abrigados al máximo pero el frío no se sintió con tanto calor humano y alegría.

Una vez terminado el show de fuegos artificiales, toda la gente empezó a irse a los diferentes bares que estaban cerca al puerto, casi todos estaban llenos así que con mi amiga nos fuimos a uno netamente noruego que estaba cerca y al menos no tan lleno como los demás, había música en vivo y muchos nórdicos alegres cantando y bailando, la verdad esa alegría fue súper contagiosa.

Lo que me llamó la atención fue que en Stavanger los jóvenes y adultos salen a bailar en terno, no se si solo por fiestas navideñas y Año Nuevo pero eso lo noté y las mujeres con brillos totales, realmente se vivía un gran ambiente y no pude evitar unirme y cantar, gritar (en inglés y lo poco que sabía de noruego) y beber, pues quería celebrar que había recibido el año en un lugar que en MI VIDAAAA pensé iba a poder conocer.

Sino me embriagué es porque en Noruega al anochecer tan temprano (4:30pm) la celebración terminaba a las 3 de la mañana así que a esa hora regresamos a casa, en bus, sí en bus, súper tranquilas y pude admirar y valorar la calidad de transporte público que tenía la ciudad, donde gente en terno, en vestido y hasta algunos un poco ebrios subían para llegar seguros a sus casas y eso es algo que desearía para mi país, alguuuún día, con fe. (Castañeda ya se fue así que todo es posible).

Los fuegos artificiales

Finalmente, no puedo dejar de contarles que en Noruega (al menos en Stavanger sí están permitidos los fuegos artificiales pero solo para reventar en lugares específicos) no saben la cantidad de tiendas que existen para comprarlos, estos paquetes incluían protectores para la vista y también tenían como opción comprar protectores de sonido para mascotas y humanos, pues como mencionaban diviértete pero protegiéndote y protegiendo a los tuyos.

Otra cosa Noruega ah, de verdad me encantó y tiene lugares hermosos pero en un siguiente post les contaré sobre mi primera vez con la nieve, es que parecía niña en Sirdal y “como sin anécdotas no hay historias” les mostraré mis videos esquiando y cayendo en la pista de niños, sí, me mandaron a la de niños porque si me lanzaba de la de adultos no la contaba…

¡Feliz 2019 totales y que este año cumplas todos, toditos tus sueños!

Hasta el siguiente post.

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Stavanger

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